Usted no es el asesino
Eduardo González Viaña
Usted no es el asesino, Norbil.
Usted es un matón humilde o un modesto malvado, pero no el asesino. Usted no mató a Fidel Flores Vásquez en Cajamarca.
Usted y yo y todo el Perú sabemos quiénes le proporcionaron a usted las armas y quienes lo hicieron inimputable, son quienes han hecho posible este crimen.
Usted, Norbil, debe de ser tan pobre como lo era Fidel y tal vez de niño era tan desdichado como los hijos y los nietos que se han quedado sin él, pero a usted le enseñaron que los intereses de los que tienen más son más importantes que la vida de los pobres como usted.
Más aún, allá en Cajamarca aprendió que si usted demuestra ser feroz, la minera lo contratará en sus horas y días libres, y ellos sí que pagan bien.
Hay un video, Norbil, que revela lo que algunos de sus superiores le enseñaron. Está tomado en julio de 2012 en la plaza de armas de Cajamarca. Una mujer que ha sido apaleada le pregunta llorando a un oficial de la Dinoes: ¿Por qué nos tratan así?. Y la respuesta es: “porque ustedes son perros, pues, conchatumadre” (youtube/n9bvolw-zxi)
Tal vez usted sea cajamarquino y no cree ser un perro, pero usted es un hombre obediente. Y por eso, quizás ha participado también en la represión de el Perol, en el desalojo de la familia Chaupe, en los golpes contra los abogados, en las torturas contra Lizeth Vásquez de 17 años, a quien por resistirse, la han acusado de desacato a la autoridad, en la muerte de cuatro personas en Celendín y una en Bambamarca… ¿Quiere que siga contando?
O tal vez usted ha sido llevado para allá desde otras regiones para preparar la última embestida a sangre y fuego que las empresas mineras lanzarán contra quienes no los quieren allí. Esa será su venganza contra los cajamarquinos por haber votado en mayoría aplastante a favor del candidato que ellas no querían y a quien metieron en la cárcel para que perdiera.
Y por todo eso, usted estaba entre las decenas de policías bien armados y equipados, y junto a ustedes se hallaban los matones civiles que se enfrentaban contra un hombre,- ¡Uno solo!- que estaba de pie sobre el techo de su casa para defenderla.
Excelente puntería la de usted Norbil. Apuntó y le dio en el pecho. Y después le dio en las extremidades, en el estómago, en la boca y en el resto de la cara hasta que le saltara un ojo. … Y cuando lo vio caído comenzó a patearlo e hizo lo mismo, lo mismo con su esposa y con sus hijos… Usted fue el ejemplo de muchos de sus compañeros, pero usted no es el asesino, Norbil.
Lo son quienes, adrede, han elaborado leyes criminales desde 2002 hasta el decreto legislativo 1095 de Alan García y la ley 30151 que declara inimputables a ustedes si es que matan o hieren a un civil durante una protesta.
Y seremos cómplices de ese crimen y de los que sigan, todos los peruanos si es que no nos plantamos a pedir la derogatoria de esa ley que hace de nuestra patria un estado terrorista. Ningún país civilizado tiene dispositivos legales similares ahora, y por su parte, el Papa Francisco la semana pasada ha declarado, que es solidario con los movimientos populares que defienden la tierra, el agua y la felicidad de todos.
El actual presidente peruano ha declarado que la muerte de Fidel “es una vergüenza”. Solo tiene entonces el camino de derogar la ley. Tal vez los legisladores no querían aplicarla. Tan solo deseaban asustar a los cajamarquinos, pero ya se sabe que los cajamarquinos no nos asustamos. Lo digo en primera persona porque tengo sangre cajamarquina por angas y por mangas, y porque además, hoy todos los peruanos somos cajamarquinos.
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