Perú: Presupuesto trucho
Ronald Gamarra
En los últimos minutos del plazo legal, el congreso finalmente aprobó la Ley General de Presupuesto del año 2025, en medio de negociaciones opacas, más bien turbias, y sobre todo secretas, trapicheadas entre cúpulas con claros intereses creados vinculados a la corrupción y los sectores sociales poderosos. Por qué tiene que ser así, si se dispone de tres meses para debatir el proyecto de presupuesto que presenta el Ministerio de Economía y Finanzas y deberíamos tener un intercambio abierto de opiniones, a la luz pública, sin gestiones precipitadas, sospechosas y cuando cae la tarde. Pero tal es el estilo de este parlamento del pacto corrupto, la práctica que les conviene para pescar a río revuelto. Y recién empiezan a conocerse los contrabandos, criterios arbitrarios y trampas que han soterrado en esta ley.
Lo primero que salta a la vista es la patética indiferencia de los tunantes de plaza Bolívar frente a los problemas de la sociedad. Mientras las personas y las empresas deben hacer ajustes para sobrevivir en medio de las dificultades, en el congreso se entregan a un frenesí de gasto. Para los padres de la patria, evidentemente, no existe la austeridad que deben observar las personas comunes y corrientes.
Es por ello que el presupuesto del congreso para el año 2025 es más del doble del presupuesto con el que inició sus actividades en 2021, cuando disponía de 650 millones de soles. Para el 2025 se han asignado más de 1,412 millones de soles, el 217% del presupuesto de hace apenas tres años. Es un incremento desmesurado y acelerado, como no se ve en ninguna otra repartición del Estado. El monto asignado para el 2025 supera en más de 300 millones el presupuesto del 2024, que ascendió a 1,084 millones de soles inicialmente, aunque terminaron exigiendo y obteniendo una asignación adicional de 50 millones. Se ve que a esos tipos de la avenida Abancay no les alcanza la buena torta que les dan: siempre piden y obtienen más. Lo mismo sucedió el 2023, cuando el presupuesto de 930 millones de soles tampoco les alcanzó y obtuvieron otros 50 millones de yapa de los recursos escasos del erario.
En los poco más de tres años que tiene este congreso, este poder del Estado ha sido reducido por la claque corrupta que lo domina en un instrumento para el saqueo y la acumulación patrimonial y partidaria. En principio, la planilla se ha llenado de cientos y cientos y cientos de nuevos “trabajadores”, la mayoría de ellos “de confianza” y por lo tanto provenientes de los partidos del pacto, con lo cual se les pagan los favores, y nombrados al libre albedrío de los congresistas. Actualmente el número de trabajadores del parlamento debe estar bordeando los 4 mil. El 80% de su presupuesto se destina a pagar remuneraciones, bonos y beneficios del personal. Estupendo: cada vez hay más dinero para mochar y embolsarse, como lo hemos visto en decenas de casos protagonizados por granujas que sus propios colegas se han encargado de blindar, es decir encubrir, en la risible comisión de ética.
El presupuesto asignado al congreso supera escandalosamente el de varios ministerios y regiones. Así, por ejemplo, el Ministerio de Cultura recibió 740 millones en 2024 y para el próximo año apenas obtendrá dos tercios de lo que se asigna a los padres de la patria. Igualmente, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo consigue una suma diminuta, para no hablar ya del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que obviamente tiene un trato presupuestal marginal, reflejo indudable de la misoginia y el machismo que imperan entre los integrantes del pacto corrupto, como los fujimoristas y los porkistas, que hace tiempo hacen lo que pueden por borrar del mapa a este ministerio o, al menos, cambiarle de nombre. Qué es eso de Ministerio de la Mujer, dicen, en un país donde el feminicidio es constante, cotidiano y prácticamente impune.
El presupuesto que se asigna a la región Tacna, con 350 mil habitantes, no llega a los 940 millones de soles, menos de dos tercios del presupuesto del congreso. Allí está, pues, lo que Tacna significa en los hechos para esos demagogos que se llenan la boca de alabanzas al heroísmo y fidelidad patriótica de esta región fronteriza, crisol de la patria, que estuvo de rehén en manos extranjeras hasta 1929. Los 130 representantes valen un tercio más que toda la región heroica. Los departamentos de Pasco, Huancavelica, Apurímac, Tumbes reciben sumas similares o inferiores al presupuesto del que disfrutan, mientras hasta ahora siguen “trabajando desde sus casas”, de manera virtual, como si estuviéramos en 2020, en lo peor de la pandemia. Tremendos vagonetas.
Pero todo lo anterior no es lo peor. Lo más indignante es que el congreso se asigne un presupuesto que multiplica por 10 el monto acordado a las Ollas Comunes. A estas, que atienden a cientos de miles de personas, sólo se les concede la suma de 146 millones, frente a los 1,412 millones de los 130 padres de la patria y su corte de la avenida Abancay. Según denunció Sigrid Bazán, que dio una fuerte pelea de manera especial en este tema, los recursos alcanzan solamente para servir raciones de un sol con 69 céntimos. Ya esto es demasiado y, sin duda, va en la línea de los cálculos cantinflescos de Dina Boluarte sobre la posibilidad de preparar una comida completa para toda una familia, con su postre más, por solo 10 soles. Con sólo el monto que el congreso se ha incrementado a sí mismo para el próximo año se podría triplicar la asignación de las Ollas Comunes y así mejorar una dieta deficitaria y llevar, como dice la congresista Bazán, “dignidad en algo que es un derecho: la alimentación”.
Estos montos presupuestarios mínimos o ridículos para los sectores sociales con pocos recursos contrastan con la feria de privilegios y exoneraciones fiscales para los grupos poderosos. Sobre este asunto ya se han pronunciado en contra organismos especializados del Estado, como el Consejo Fiscal, la SUNAT, el MEF y el BCR, cuyo presidente, Julio Velarde, fue enfático y claro en su intervención en la CADE al condenar las exoneraciones tributarias en lugar de promover la eficiencia y la productividad. A pesar de ello, se aprobó en comisión parlamentaria, bajo el impulso del fujimorismo, una nueva ley agraria que favorece a los agroindustriales con exenciones tributarias que significan una mochada de 2 mil millones a los ingresos del Estado. El MEF calcula que los favores tributarios del congreso a sus amiguetes empresarios ya se acercan hasta el momento a los 10 mil millones. Por lo demás, los 251 mil millones presupuestados para el 2025 ni siquiera están asegurados, pues se dan como ingresos “seguros” montos cuyo pago está pendiente por litigio u otra razón legal. Y el déficit de apertura sigue en 4%, muy por encima del 2% vigente hasta hace un par de años.
Fuente: Hildebrandt en sus trece, Ed 712 año 15, del 06/12/2024